
La penúltima noticia que ha saltado a los titulares y que implica de lleno a bitcoin es la intención de Nayib Bukele de convertir a El Salvador en un país que acepte a la criptomoneda más valiosa del momento como una moneda de curso legal más. Esto lleva a no pocos a preguntarse si en algún momento existirá algún país completamente criptomonetizado de la misma manera que hay Estados que abandonan el control de su propia divisa. Estos adoptan una moneda fiat extranjera fuerte -normalmente el dólar-, al fin y al cabo millones de ciudadanos pueden tener más control sobre el devenir de una criptomoneda que sobre él de una moneda como el dólar, el euro o el yen.
Pero también es cierto que, de momento, las criptomonedas se están mostrando como un activo terriblemente volátil y relativamente fácil de manipular. Eso sí, normalmente los que ponen el acento en el hecho de que populares figuras públicas puedan mover arriba o abajo el precio de una criptomoneda se olvidan de la fragilidad de las monedas fiat, incluso de las más consolidadas, fragilidad demostrada cuando George Soros “le ‘torció el brazo’ al Banco de Inglaterra” y a su todopoderosa libra esterlina. Es decir, sin necesidad de Twitter un sólo inversor consiguió ‘supuestamente’, hace casi tres décadas, devaluar una de las monedas más fuertes del mundo, una moneda que, a pesar de todo, se usa para ahorrar, para invertir y para consumir en general.
Soberanía monetaria y las criptomonedas
Mantener la soberanía monetaria es uno de los aspectos más delicados a los que el gobierno de un país debe hacer frente. Al fin y al cabo las finanzas sostienen en pie y permiten funcionar el resto del entramado. Además de ser un pilar fundamental para mantener la paz social. Aunque existen ejemplos de países que han renunciado a su soberanía precisamente entendiendo que esta era la mejor forma de favorecer a su sociedad. Por ejemplo, Ecuador se encuentra dolarizada en la actualidad, y desde hace décadas (incluso lo estuvo en la época de Rafael Correa, uno de los protagonistas del conocido como socialismo del siglo XXI) . También, los países que integran la eurozona han renunciado a sus divisas nacionales en favor de una sola divisa fuerte, el euro, moneda que ahora mismo cotiza muy por encima del dólar pero que está en manos del BCE, o Banco Central Europeo.
¿Sería por lo tanto posible y deseable que un Estado se criptomonerizase por completo eligiendo una o varias criptomonedas como monedas de curso legal? De momento, en El Salvador, la intención del proyecto de ley de Bukele no parece ser tan disruptivo como para convertir a bitcoin en la única moneda de curso. Pero lo que está claro es que, a pesar de que a las criptomonedas aún les queda mucho camino que recorrer con respecto al ámbito estatal, estas no han dejado de ganar adeptos entre la ciudadanía de todo el mundo.
El interés de los particulares
Aunque los Estados vayan aceptando el uso de estos activos como moneda de curso legal, desde luego invertir en criptomonedas como ethereum, bitcoin u otras todavía es un asunto mayoritariamente para inversores particulares. Ya sean traders que operan con apalancamiento en la plataforma de un bróker online, mediante posiciones en corto o en largo dependiendo si el mercado es bajista o alcista, o grandes inversores institucionales como los que ya están empezando a abrirse a incluir en su cartera de inversiones las criptomonedas -principalmente bitcoin- a pesar de que en un principio los grandes financieros han sido muy hostiles a estos activos.
De convertirse las criptomonedas en monedas de curso legal en los Estados de forma generalizada, ¿serían estos activos menos volátiles y serían vistos con mejores ojos incluso por inversores como Warren Buffet, el cual las desprecia a pesar de que bitcoin se está comportando mejor que la mayoría del portfolio del exitoso inversor?
Todavía es pronto para decirlo, lo que sí es seguro es que en cualquier caso aquellos que operen con criptomonedas deberán tener siempre presente el riesgo que implica. Por un lado, el apalancamiento en las plataformas de trading. Por otro lado, la volatilidad en general, ya sea que se opere en estas plataformas o se dedique a invertir en criptomonedas en bancos o exchanges.